sábado, 12 de mayo de 2012

LOS RECURSOS NATURALES Y SU CAPACIDAD DE RENOVACIÓN


LOS RECURSOS NATURALES Y SU CAPACIDAD DE RENOVACIÓN
  
Desde el punto de vista biológico, la vida es el resultado de un largo proceso evolutivo y de una organización específica de las sustancias de las que estamos formados los seres vivos. Es así que el carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo, azufre y otros elementos, presentes en nuestro planeta desde su formación, se combinan dando lugar a compuestos (carbohidratos, lípidos, proteínas, sales, ácidos nucleicos, entre otros), que de una manera particular forman estructuras vivientes que utilizan, transforman, reproducen y reorganizan en sí mismas materia y energía. Es esta constante actividad química de los organismos lo que permite la continuidad de la vida. Cuando estos procesos de organización y reorganización se interrumpen, o cuando se rompe el equilibrio entre el uso y la regeneración, ocurre lo que llamamos muerte. Es entonces cuando las sustancias que forman parte de lo que en un momento tuvo vida, pueden reincorporarse a los ciclos de materia y energía, donde serán reutilizadas por otros organismos en sus propios procesos.
La reproducción, en particular la reproducción sexual, es también un proceso, entre otros, de renovación de los seres vivos, que permite la continuidad de las especies en la Tierra a lo largo del tiempo. En función de las variaciones que se encuentran entre los organismos dentro de la misma especie, la reproducción propicia el enriquecimiento del código genético, que es la materia prima sobre la que opera la selección natural, y que permite la evolución de las especies, así como las adaptaciones a los cambios del ambiente.
Sin embargo, al reducir la riqueza genética (la variabilidad dentro de una misma especie),
mediante la reducción en extremo de sus poblaciones, se reduce su posibilidad de evolucionar o de resistir los cambios ambientales. De esta situación puede derivar la pérdida total de la especie; es decir, la especie se extingue si se pierde o altera negativamente el código genético que la define.
Como parte y producto de la naturaleza, la especie humana depende de ella. Todo lo que requiere para su subsistencia proviene de los llamados recursos naturales, que son componentes del ambiente utilizados para satisfacer las necesidades humanas. Aire, suelo, agua, plantas, animales, bacterias, hongos, algas, minerales y petróleo son recursos naturales básicos para la vida del ser humano.
Los recursos naturales se clasifican como renovables y no renovables. Se consideran recursos renovables los que, por su propia dinámica, se reincorporan a los procesos de la naturaleza; los no renovables no tienen esta posibilidad, y una vez transformados no pueden recuperar su forma original.
La renovación de algunos recursos se ha ido limitando. Por ejemplo, el agua es un recurso considerado renovable, pues como resultado de¡ movimiento y de sus transformaciones físicas (evaporación, congelamiento, condensación, licuefacción) adquiere características que permiten reutilizarla como agua potable. Sin embargo, su uso excesivo y el contacto con sustancias como detergentes, aceites y otros productos químicos solubles e insolubles impide su recuperación natural para ser aprovechada por los seres vivos. Esto sucede también con otros recursos que usamos en diversas actividades. En este sentido es importante reconocer los límites de la renovación de los recursos naturales.

Problemática ambiental de los recursos naturales

En la historia de la vida, los seres humanos han llegado actualmente a ser 1 00 veces más numerosos que cualquier otro animal terrestre de talla equivalente. la población humana llegó a los 6 000 millones de personas en 1999 y se calcula que en el año 2025 llegará a los 8 500 millones, y que alcanzará los 1 5 000 millones a mitad de¡ siglo XXI. El crecimiento demográfico ha acelerado el ritmo de demanda de los recursos naturales.
Además del incremento poblacional como factor que influye en el deterioro de los recursos naturales, los niveles de consumo de los países ricos, las estrategias de aprovechamiento, el uso de tecnologías inapropiadas y las necesidades apremiantes para la sobrevivencia de los países pobres, entre otros factores, agravan el estado crítico de¡ ambiente planetario.
Las sociedades humanas actuales requerimos cada vez más una mayor cantidad de recursos para satisfacer necesidades básicas y creadas. la satisfacción de estas necesidades afecta directamente el funcionamiento y estructura de los ecosistemas, no sólo al tomar los, recursos que se requieren, sino también al acumular residuos y desperdicios como resultado de las actividades productivas y sociales. los grupos humanos modificamos el sistema natural cuando lo utilizamos para obtener materiales, energía y alimentos, como ocurre con los productos de la minería y todos los recursos bióticos. Como sitio sobre el cual asentar las actividades productivas, habitacionales y recreativas, como ocurre con el suelo y el agua. Como receptáculo o vehículo para la eliminación de desperdicios, como ocurre con el agua, aire y suelo.
El mal aprovechamiento de los recursos naturales conduce a su agotamiento y deterioro; esta situación debe analizarse desde las siguientes perspectivas: conocer los procesos de reproducción y de regeneración de los recursos naturales en función de las leyes naturales que los gobiernan, así como la capacidad de los ecosistemas para absorber el impacto de la actividades humanas. Conocer las formas en que el sistema social lleva a cabo sus actividades, las cuales transforman el ambiente de manera específica.
Mas adelante analizaremos los problemas ocasionados por las actividades humanas en el agua, aire, suelo, bosques y biodiversidad, para mostrar un escenario general de la problemática relacionada con estos recursos.

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